Fumar es un placer… dicen…, perdón, decimos….

Lo que pasa es que deja de ser un placer cuando ya es un habito…,

Deja de ser placer cuando incrementamos la cantidad de cigarrillos en el día…

Deja de ser un placer cuando sentimos culpa por no poder dejarlo…

Deja de ser un placer cuando nos damos cuenta de que el cigarrillo nos controla….

Deja de ser un placer cuando nos engañamos a nosotros mismos con excusas para seguir fumando…

Yo dejé de fumar a los 30 por una sola razón:

No quería que mi hija que estaba por nacer me viera con el cigarrillo en la mano desde chica.

No quería que me preguntara “papá, por que fumas ?”

y sobre todo, no quería que ella creciera con la idea de que “fumar es algo normal de los grandes porque papá fuma.”

Coincido: es dificil dejar de fumar.

Pero se puede.

Fuí bajando la cantidad de cigarrillos por día, anotando en un papelito que llevaba en el bolsillo cuantos había fumado y a que hora.

Luego comencé a limitar la cantidad de cigarrillos por día, desde los dos atados diarios, bajé a un atado durante unos días, luego 15, luego 10, luego 5, luego 2… hasta que me animé a estar 1 día sin fumar.

Pero no fué facil… y fallé. El intento con este método lo hice 2 veces y recién a la tercera pude lograrlo.

Por supuesto que el ingrediente fundamental es tomar la decisión de dejar el cigarrillo. Pero también hoy en día hay mucha ayuda para lograrlo, como por ejemplo el odranal, que es una droga utilizada para inhibir la adicción.

Por sobre todo: No nos engañemos a nosotros mismos. Yo recuerdo que me ponía una y mil excusas para fumar un cigarrillo o para no dejarlo.

Los primero días les va a parecer que les falta un amigo, una compañia… falsa compañia diría yo.

Como resultado puedo decirles que la vida de un no fumador es una vida nueva:

– Redescubrir los sabores y lo olores.

– Sentirse bien fisicamente

El fumador no lo entiende hasta que no lo deja, porque el cigarrillo no se lo permite.

Se puede.